lunes, 28 de marzo de 2011

Noches que se nos van de las manos

Se empieza con la típica copa, poco cargada, para empezar bien. Y son dos, la tercera ya se bebe rápido y la cuarta va tan cargada que no nos sabe a nada. Pero claro, ya da igual, tenemos suficiente alcohol en vena como para no darnos cuenta del fuerte sabor del vodka. Y salimos de casa, tres taxis para 10, por favor. Llegamos, Pantera. Mucha gente, bailando con desconocidos y llegando a tal punto de irme con dos chicas (que por cierto eran guapísimas) a su coche a beber chupitos de negrita. Increíble. Noche para recordar... aunque en realidad no recuerdo practicamente nada...







Oops, quizá si es verdad que bebimos demasiado...

No hay comentarios:

Publicar un comentario