jueves, 28 de abril de 2011

Jávea

Y llegamos. Una semana entera sin hacer absolutamente nada, cruzando los dedos para que los hombres del tiempo se equivocaran y pudiéramos disfrutar del sol que parecía que no fuera a estar presente. ¡Mentirosos! Parece que Jávea fue la única zona de España que se libró, e hizo un solazo increíble. Al fin pude meter los pies en la arena.

Y si os preguntais, ¿qué hiciste en Jávea? Me encantará responder a esa pregunta, porque es muy facil...NADA. Dejar los días pasar yendo a la playa, cerrando los ojos tumbado en la arena e intentando relajar cada parte de mi cuerpo... y sobre todo, evitando pensar en que había un lugar llamado Madrid, donde residía aquel temido monstruo llamado estrés...











Tardes en Acqua 

  
Y ahora, taaan cerca del fin de semana que parezca que pueda tocarlo con los dedos...

viernes, 15 de abril de 2011

Lejos de aquí

Vayamonos lejos, muy muy lejos de aquí. A un lugar donde aún no tengamos un nombre. Llamemoslo como queramos. Juguemos todo el día y dejemos el tiempo pasar. Aprovechemos tanto los días soleados como los lluviosos, saltando en los mil y un charcos que dejó el diluvio pasajero de la noche anterior...

Me pregunto si estás ahí. Si alguna vez realmente exististe o no fuiste más que un suspiro, una caricia o un beso. Pero nunca importó, ¿Por qué iba a hacerlo ahora? Eran días grises, y ya llegó la primavera. Las ganas de salir y tomar algo, de meter los pies en la arena caliente, pensando en no pensar. En desconectar. En blanco, azul, violeta... La cuestión es olvidar la rutina durante un tiempo, por muy breve que este sea...

Y aquella caseta creada en nuestra imaginación. Aquel frio invierno que nunca conocimos. Aquellas palabras que nunca dijimos, y  mejor que fuese así. A día de hoy, no me puedo quejar, por mucho que lo haga...

¿Te acuerdas de las siestas juntos y las meriendas en el porche? Yo tampoco, porque nunca pasó... A veces la imaginación me juega malas pasadas... Pero que se le va a hacer. ¿A ti también te pasa, eterno desconocido?  Quizá algún día encontremos la respuesta juntos. Quizá no. Pero hasta entonces, coge tu chaqueta y vamonos a la montaña. El frio no existe para nosotros.