lunes, 8 de agosto de 2011

Londres 3.0

Sabía que no iba a ser otro viaje más, no sé por qué, pero lo sabía. Y no me equivocaba (y mirad que suelo hacerlo el 70% de las veces). Sidra de fresa, besos absurdos, borracheras sin sentido los lunes, martes y miércoles, incertidumbre, pero sobre todo, fantasear con la idea de que algún día viviría allí y no tendría que estar mirando vuelos constantemente para visitar aquella ciudad.